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Un refrán reza de la siguiente manera - El que mucho abarca poco aprieta- Al cual yo respondería -El que poco aprieta... aprieta poco. El asunto es que el apretón es por escala, un poquito, otro poquito hasta que abarcas más y aprietas más. Así es como llegamos a la siguiente regla, además de tu plan A y tu plan B debes tener un plan C. La posibilidad del fallo es real, por tanto siempre debes conservar algo ante el riesgo de quedarte sin nada. Este plan a pesar de su vital importancia aun no debe gozar de mucha atención, pero si mantenerlo bajo control y supervisión porque puede transformarse en nuestro único salvavidas. No debemos olvidar la regla de que tanto A, como B y C no deben saber que el otro existe, si esta regla se rompe se pueden perder los 3.
Por último, evalúa entre tu plan A, B y C cual te conviene más, tomate tu tiempo para analizarlo. Cuando llegues a una conclusión, entonces ten presente esta última regla: No sueltes lo que hasta ahora has conquistado por algo futuro que crees que tendrás, por tanto, si puedes conserva lo que tienes el mayor tiempo que puedas y/o crees que debas. Si la conclusión de que te conviene más B o C es definitiva, cerciórate de que es un plan ejecutable y ponlo en práctica con la mayor discreción posible, cuando compruebes que funciona, entonces cancela tu plan A amistosamente, pues no es bueno tener enemigos y siempre es importante gozar de buen prestigio y buenas lenguas. Y por último, recuerda encomendar a Dios todos tus planes. Éxitos.
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Buena estrategia Norbe, saludos.
ReplyDeleteGracias Guille. Un saludo my friend.
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