Todos tenemos episodios tristes y dolorosos en nuestras paginas. Recuerdos imborrables que de vez en vez suelen atormentarnos. He conocido individuos que viven atormentados y también se de aquellos que dicen sentirse demasiados serenos ante lo vivido, pero solo consiguen repetir la legendaria actitud del rey Midas, perturbado ante sus orejas de burro y lanzando su grito a espaldas de la corte por terror de verse frágiles, avergonzados e impotentes. En ellos la mirada les traiciona.En cambio, también he conocido aquellos que han llorado, reconocido su vulnerabilidad y pedido consuelo. Aquellos que han sabido decir que no pueden y necesitan la ayuda, el consejo y el apoyo. Han sabido seleccionar sabiamente en quienes confiar y han aprendido de las experiencias para mejorar. Han comprendido que toda experiencia nos debe hacer mas humanos, mas generosos, mas tolerantes, mas pacientes y mas amorosos en lugar de mas insensibles, incrédulos, egoístas, fríos e hipócritas.
Estos últimos han aprendido de que lado esta la lección correcta.
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