Confieso que mi mar se ha secado. En varias semanas mis escamas no se han deslizado hacia ninguna dirección. Mientras el paisaje va drenando sus olores voy contando los minutos, tejiendo un nuevo mapa. Anunciando a los nubarrones mi nueva embestida. De vez en cuando una brisa apaga mi vela. Solo faltan unos días para que llegue el amanecer, pienso continuar travesía en la próxima tarde. Con buen viento y sol lograre enfrentar las próximas tormentas. Dejare abierta esta pagina.
Sigue pa’lante chama y no se preocupe de las inclemencias del tiempo, con sequia o tormentas se sale adelante, esa es la ventaja de ser anfibio.
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