Wednesday, July 22, 2009

La otra cara de una historia de hambre

A veces la vida en el yuma pierde su sabor, los pollos saben a plástico, la carne se coloca en latas incluso antes de quitarle las plumas. Todo tiene fecha de vencimiento, no hay algo que puedas comerte con ese misterio que se escondía detras de cada pan con croqueta. La cosquillita de cualquier quizás huye abruptamente al colocar detalladamente NUTRITION FACTS. No podemos preguntarnos adonde huyen los pescados o por que matar una vaca es mas grave que matar a tu vecino. Mirar hacia la carnicería dejando escapar un profundo suspiro delatando la incertidumbre de cuando resultara posible comer proteína nuevamente se transforma en la resolución de evitar comerla pa bajar de peso. No se puede materializar el hecho de devorar hambriento lo que mas delicioso nos resulta, cada cosa que se deglute se saborea tranquilamente. Que curiosa vuelta nos da la vida, quien diría que después de salir del desierto también llegarían unos a quejarse del oasis que los ha saciado. Así es la vida en su irónico contraste. Parafraseando a Salomón - de todo uno se aburre-

2 comments:

  1. Muy buen post Norberto desde mi destierro he llegado a ese oasis que mencionas y he sentido las mismas sensaciones, aveces me debato en sueños con la croqueta católica que se pegaba en el cielo de la boca desde el primer mordisco o la flamante frita con pan de 15 centavos que deambulaban en pequeños carritos de venta propiedad de las diferentes empresas gastronomicas estatales por los portales habaneros de cuando Castro era un títere de los soviéticos.
    Hacia días que no me pasaba por tu casa, saludos.

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  2. gracias por la visita, pase por tu blog, volao el post

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