Ceder ante el cauce
con mi boca inmensa tragarlo
con el alma lenta quererlo
evaporar el sueño de su llanto
Hambriento recorre
las ruinas de todos mis senderos
murmuran entre si muertos brillantes
escapan de si letras de humo y cristal
Aquellos que danzaron
al ritmo de las campanas
y sembraron sus secretos
a la luz de la luna mutilada
Cauce que te llevas un jardín de moscas
huye hacia mi ciego de ojos abiertos
cauce que te llevas un nido de fieras
huye de mi sol de luna blanca
Luz que ame bajo las plumas
al nadar entre los muertos te miro
mientras retienes mi estrella te pienso
y regresas bañada de sonidos
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Muy buen poema, te felicito.
ReplyDeleteun saludo
Gracias por la visita y por comentar.
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