Cuando lo inevitable llega a nuestra vida sencillamente "no se puede evitar". Lo inevitable es un muro que quiebra los golpes. Con cada paso se persuade mas de que la huida no sera la alternativa que nos proporcione una milla mas de camino, no hay vereda posible para escapar de su dolor ni de su recuerdo. Los remordimientos añadirán mas blancas al cabello y el gesto de la mano señalara al horizonte tembloroso. Es inevitable, es inevitable susurrara el muro. Nos resta entonces decidir el próximo paso, si esperar el golpe o confiar en Dios y levantar el martillo.
Thursday, March 18, 2010
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