Cuando estaba dentro del agua me sentía a plenitud como todos los peces, podía respirar mientras mis branquias me lo permitían ampliamente, me conocía de memoria donde se encontraban todos los arrecifes de coral, las diferentes variedades de plancton que abundaban y donde. Mis amigos pulpos, rayas y sardinas siempre exhibían amplias sonrisas cuando nos encontrábamos en aquellas aguas cristalinas de las costas, charlábamos por horas, abundaba la comida y la poca preocupación. Todos recordamos el momento en el que llego aquel tiburón peludo a nuestra región, con sonrisa amigable pero hambre oculta y voraz, sus fieles secuaces le seguían. Al principio confiamos en que se uniría en amistad y acuerdos a la organizada cadena de alimentación existente, pero sutilmente comenzó a romper todos los acuerdos y se apodero incluso del mas cercano océano. Rápidamente el hambre reino en todas las playas, las sardinas se unían a los cachalotes provenientes de los distantes océanos. Comenzó el trafico de algas y amenazo cruelmente si hacíamos huelga marítima acorralando los murmullos de los cangrejos. Muchos peces lograron escapar hacia lejanas playas pero algunos no pudieron vencer las olas.
El océano ha perdido color, no he dejado de ser pez, pero ahora contemplo -desde afuera del agua- al decrepito tiburón como ha envejecido con el pasar de los años, esta enfermo y ha perdido pelo, lo que no ha perdido es su ambición de poder y control. Aun espero regresar a mis arrecifes de coral, mientras, percibo las acciones del tiburón que persiste desde su oscura madriguera en seguir reprimiendo al océano hasta que su decrepitez le permita.
Aquí les dejo un archivo de fotos encontradas online:
- Este es el tiburón peludo y decrepito cuando llego a nuestras aguas. (Clickea por favor)
- Este es el tiburón decrepito hoy.
- y por ultimo, este soy yo...
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Tuesday, May 5, 2009
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me ha divertido mucho tu cuento. Gracias por tu buen humor
ReplyDeleteGracias a ti por comentar
ReplyDeletecuando estabas flaquito :)
ReplyDeleteTremenda metáfora sobre todo porque a los tiburones les gusta la sangre.
ReplyDeleteMuy bueno esto, tú!
ReplyDeleteGracias por los comentarios, como diría un buen amigo - Mas na' que eso!
ReplyDeleteMe gustó! :)
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