Belleza que mata

Cuando la razón despierta a la atracción física y animal como arma de conquista, el atractivo se pule como se pulen las balas. Para estos maestros del fingimiento se volverá la vida un juego donde la mas excelente estrategia es el sutil maquillaje y el flirteo vanal. Merman la inteligencia y los valores. El esfuerzo se duerme y amenaza con volverse eterno. Las puertas se abren porque donde no hay selección, todos seran victimas, el apetito seria capaz de devorarse a si mismo. Y mientras el tiempo transcurre crecen las arcas como crecen también los enemigos, los falsos amigos y la soledad. Porque nada puede ser real en un mundo de apariencias donde las almas de lo legitimo y valioso han pasado a ser cenizas en el retablo de la conciencia.