Los cristianos de hoy en las Iglesias modernas tienen un curioso plan de entrenamiento. Muchos tienen mas indice de probabilidades de aprender en menor tiempo que un individuo común y corriente como manejar su economía en plan de ser exitosos empresarios. Casi, casi que un asesor financiero de cualquier banco podría hacer las veces de pastor oficial de muchos de ellos. Me atrevería a decir que seria mas acertado ir al Banco a recibir la charla de alguno de sus empleados los cuales nos brindan el servicio gratuitamente en lugar de sentarse asiduamente en una Iglesia, la diferencia seria bien poca y sin duda alguna mas efectiva. Pues muchos de ellos emplean gran parte de su tiempo alentando a los miembros hipnotizados bajo el poder de su ambigua disertación a ser mas exitosos en sus negocios y entregar mas de sus ganancias como ofrendas para el "ministerio" que realizan entre tanto podrían escuchar mas de lo mismo en los bancos para los cuales no son mas que un valioso cliente, evitando así la sutil y molesta persuasión de ofrendar por los servicios que genuinamente ofrecen estos de manera gratuita.
Es tiempo de analizar cautelosamente a cual Iglesia acercarse con el fin de depositar nuestros diezmos y ofrendas en una Iglesia que legitimamente sirva a Dios y con temor de El instruya en el verdadero evangelio a sus oyentes sin procurar simpatizar con la mayoría para conseguir enriquecerse de todos. Hagamos esto en pos de huir de las corporaciones disfrazadas, las cuales alimentan a los ingenuas masas de creyentes con obsesivas, perversas y peligrosas ansias de éxito terrenal cuando la meta final de todo creyente esta en el cielo, donde la polilla ni el oxido corrompen ni los ladrones acechan o roban, como esta escrito. (Mateo 6:20) hagámonos tesoros en el cielo. Porque donde este nuestro tesoro, allí estará también nuestro corazón.
Monday, January 10, 2011
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